Mareas y Corrientes
La influencia de las mareas es doble: afecta tanto a la altura del agua (calado) en puertos y fondeaderos como a las corrientes que pueden ayudarte u obstaculizarte. Es vital planificar para aprovechar las corrientes favorables y evitar las contrarias, especialmente en "puertas de marea" como estrechos o cabos. Consulta almanaques y atlas de corrientes para conocer los horarios de pleamar/bajamar y la dirección e intensidad de la corriente en cada punto de tu ruta.
Clima
El factor más variable y, a menudo, el más crítico. Un buen pronóstico te informa sobre la fuerza y dirección del viento, el estado del mar, la visibilidad (niebla) y la posibilidad de precipitaciones. Obtén siempre el pronóstico más actualizado posible antes de zarpar y busca actualizaciones regulares durante la travesía. Un cambio inesperado en el clima es una de las principales razones para activar un plan de contingencia.
Geografía y Peligros
Implica estudiar la carta náutica para entender la línea de costa, identificar peligros (rocas, bajos, pecios), conocer la ubicación de ayudas a la navegación (boyas, faros) y entender la disposición de los puertos. Presta especial atención a las zonas de tráfico marítimo denso, esquemas de separación de tráfico (TSS) y zonas militares restringidas. Planificar tu ruta visualmente en la carta es el primer paso para evitar sorpresas desagradables.